En Europa, una revolución estudiantil por el cambio climático ha surgido como una protesta juvenil contra la falta de acción climática por parte del gobierno y las empresas. Veintidós escuelas y universidades en todo el continente han sido ocupadas como parte de una campaña de un mes para exigir un cambio radical en las políticas ambientales. Los jóvenes están tomando medidas para abordar el cambio climático y seguir el ejemplo de otros movimientos similares en todo el mundo, liderados por activistas como Greta Thunberg.

Estas acciones estudiantiles reflejan la creciente conciencia y movilización social sobre la importancia de abordar el cambio climático y sus impactos en el planeta y las personas. Los jóvenes están lejos de ser víctimas pasivas y están tomando medidas concretas. En diferentes países como Alemania, España, Bélgica, la República Checa y el Reino Unido, se han ocupado universidades y se han llevado a cabo acciones para presionar a los responsables de la toma de decisiones a actuar de manera más efectiva frente al cambio climático.

La revolución estudiantil contra el cambio climático también ha involucrado bloqueos de calles en solidaridad con las ocupaciones. La campaña busca poner fin a los combustibles fósiles y aprovechar el impulso del movimiento de huelga climática juvenil. Esta es la segunda vez que se convoca a una ola de ocupaciones, habiendo ocupado 50 escuelas y universidades entre septiembre y diciembre del año pasado. Los organizadores señalan que la ola anterior de protestas logró que la Universidad de Barcelona hiciera obligatorio un módulo sobre la emergencia climática y ecológica para todos los estudiantes.